martes, 16 de marzo de 2010

Tanke PAPI / PAPI TANK


Tanke PAPI 
de Rubén Plataneo



TANKE P.A.P.I.

Ficha técnica

Rosario, Argentina. 2011

Largometraje documental de 70 minutos, con Aníbal Brizuela, Martín Rodríguez, Fabiana Imola

Dirección: Rubén Plataneo
Asistencia de Dirección: Julián Alfano
Producción, Guión, Cámara: R Plataneo
Cámara y sonido adicional: Julián Alfano
Jefa de Producción: Leila Ledesma
Asist. de Producción: Lali Corvalán
Operador de Steady Cam: Lionel Rius
Edición: Marina Sain y R Plataneo
Mezcla sonora: Santiago Zecca,
Música Original: Angela Tullida
Voz y composición: Gonzalo Fabbri
Producción Ejecutiva: Virginia Giacosa



Premio Concurso Documentales en soporte Digital INCAA
Beca de la Provincia de Santa Fe
Concurso Audiovisual Secretaría Cultura Municipalidad de Rosario.
 


Sinopsis

             Un hombre de origen desconocido cruza el abismo de la locura y llega al mundo del arte. En sus obras, un viejo niño espantado parece alertar de los males que amenazan a la humanidad necesitada de cuidados. Aníbal no es un intelectual ni artista académico, aunque sus dibujos, sus opiniones y humor congénito descubren el horror o el absurdo. No le interesan el dinero, el éxito, ni el choque contracultural, sólo si se podrán descifrar sus mensajes.
Es un hombre sólo entre sus signos, rodeado por una multitud entre enigmas.
Una película para reírnos de nosotros mismos y nuestras tragedias; entre el contacto y la fuga de la realidad. Entre la necesidad de comunicarnos y la dificultad de lograrlo. Entre  la cercanía y la extrañeza.
Desde la soledad profunda un lazo atraviesa la pantalla, sin trazo atrás.

                                                               

¿Cómo se hizo la película?

TANKE P.A.P.I. es la historia de Aníbal Brizuela un paciente, entre tantos de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros, provincia de Santa Fe. Tiene 74 años y vive allí desde hace 49. Poco se conoce de su derrotero anterior, origen o familia. Es un hombre muy serio, trabajador y de trato amable.
Durante años era conocido por cuidar los autos de los profesionales que trabajan en la institución, y algunos pocos recibían sus dibujos hechos exclusivamente con biromes de color, sobre cualquier hoja encontrada o en cajas abiertas de medicamentos.
Hace algunos años fue descubierta la calidad artística de sus dibujos por Fabiana, artista plástica y coordinadora de un Taller que funciona en el hospital. Así, llega a presentar sus obras en la exposición más importante del país –ArteBa-, y se interesan por sus trabajos coleccionistas y galerías de arte nacionales e internacionales.
La cámara viaja con él desde la oscuridad de su soledad, a las luces de las capitales artísticas, y de vuelta a su interior de voces y signos.
La colonia psiquiátrica está en el campo, es un lugar bucólico, rodeado de vegetación; pero es un territorio de angustia. Aníbal en el interior del largo pabellón dibuja compulsiva y metódicamente, ceremonioso. Es que las suyas no son sólo obras hermosas, para él son ‘cuestiones de estado’, mensajes alertando de los males que amenazan a la humanidad necesitada de cuidados.
Aníbal tiene una relación muy cercana con Martín, coordinador del Área Cultural y bibliotecario de la Colonia, además de músico. Se entienden, se respetan en voz baja. Martín le provee de materiales de lectura a Aníbal, intenta dialogar con él y se pregunta sobre cuestiones que la singularidad de Aníbal y sus obras le plantean. Martín es el otro protagonista de la película, es el nexo entre Aníbal y el mundo exterior.
Aníbal recorre salones y galerías exponiendo, lo acompañan El Chino Benítez, enfermero, Martin Rodríguez, Fabiana Imola -quien es ahora la curadora artística de Aníbal-, Claudia del Río, artista plástica, que encuentra en él un maestro del art brut, según la teoría de Jean Dubuffet. También otros pacientes, amigos de Aníbal, atraviesan escenas que se disparan al ensueño o al absurdo.
El relato confronta ámbitos, ritmos y personajes, alternando secuencias en ‘La Colonia’, apacible lugar de desoladas humanidades; con los viajes culturales de Aníbal a los intensos espacios donde el arte parece tener la razón. Por momentos el viento, los árboles, los perros, piden tiempo y lugar en la película. Cuando sale a exponer en Rosario o Buenos Aires, Aníbal se encuentra en medio de frenéticas movidas, con artistas de diversos países o coleccionistas de arte interesados en hablarle, pero a él parece preocuparle solamente si la gente podrá descifrar los enigmas que traza en el papel.
A medida que vemos fragmentariamente las obras de Aníbal, lo real exterior y la urbe parecen también, cada vez más, elementos de dibujos caóticos.
Mientras tanto, la voz de Martín indaga en las sombras de la vida de Aníbal y la suya propia, en los bordes de lo real y lo ficcional, en la necesidad de establecer vínculos y la dificultad de lograrlos, en que somos tan extraños entre nosotros. Y Aníbal, además, es un extraño en ‘el mundo del arte’.
Juntos conducen la película por una misteriosa trama de líneas, formas y palabras y van descubriendo la vigencia de los viejos secretos: la soledad, la creación y la locura, cómo nos representamos y conectamos.

Hicimos esta película durante varios años intensos con los recursos a mano (entre otros trabajos como Dante en la casa grande; Isla de Fuegos, El gran río). Sobre el final obtuvimos el Concurso para Documentales en soporte digital del INCAA lo que nos permitió concluir el rodaje, postproducirla en buenas condiciones y finalizarla en Beta Digital. Siempre siguiendo los cambios del excepcional transcurso de vida de Aníbal Brizuela, Artista Bic, un personaje entrañable, que puede burlarse de cualquiera con el humor más ingenuo, sin dejar de preocuparse por todos con enorme generosidad.
  


TANKE PAPI       
Motivaciones y mutaciones
Hace años el establecimiento conocido como ‘La colonia de Oliveros’, comenzó un profundo proceso de transformación, marcado por la sustitución superadora de las viejas prácticas manicomiales. Entre las nuevas actividades, se formó un Área Cultural en la que artistas de distintas disciplinas provenientes de la ciudad de Rosario, coordinan talleres en los que muchos pacientes empezaron a desarrollar potencialidades artísticas. Aníbal no concurre al taller de plástica, pero empezó a regalarle a Fabiana, la coordinadora, decenas de sus dibujos. Ella, admirada, se dedicó a proveerle de mejores materiales y armó una muestra de distintos artistas internados, incluyéndole, en la ciudad de Rosario.
Así conocí sus impactantes dibujos. Pensé que era un joven de estilo naturalmente dadaísta. Supe luego que se trataba de un señor mayor, recluído en un psiquiátrico. Atraído por el humor trágico de sus obras, e intuyendo el encuentro con un personaje muy especial, busqué conocerlo.  Empezamos a visitarlo, a conocernos, a tomar fotos. Propuse la posibilidad del trabajo con él en una película, y cuando empezaba a bosquejar el proyecto, surgió la invitación para que Aníbal expusiera en ArteBa. Los profesionales que trabajan con él organizaron el operativo del viaje, y nos incluyeron. Esa exposición fue para Aníbal un verdadero punto de giro, también para la película en ciernes. El fue un artista toda su vida, pero recién ahora lo suyo comenzaba a ser  considerado arte.
Mi interés fue explorar a través de un personaje extremo y rico en paradojas, los intersticios de la necesidad expresiva. En el contraste entre un personaje que se expresa casi desaforadamente y la cultura como expresión institucionalizada, siguen habiendo personas, discursos, conflictos.
No hay, por supuesto, condiciones ‘ideales’ para producir,  y aunque existieran no asegurarían nada. La creación artística parece ser obra del conflicto constante entre el artista y su medio. Y los criterios de mercado descentran, condicionan, degradan.
Aníbal dibujó siempre donde pudo, en cajas de remedios, en planillas de hospital. No lo condiciona el dinero ni del ‘feedback’. Se expresó siempre como pudo, y el misterio de su impulso motorizó la filmación. De hecho, también esta película la íbamos haciendo como podíamos.
Mientras avanzamos registrando eventos excepcionales con los modestos recursos disponibles y reelaborando el proyecto, yo sostenía firmemente mi posición de no salir de detrás de cámara, pero Aníbal en algún momento revelaba mi ubicación. Aunque la respeto, yo no elijo la autorreferencia en el documental; sin embargo Aníbal me arrastraba al borde. Me saludaba, se burlaba si me tiraba al piso para encuadrarlo, mirando con llaneza al objetivo. Don Brizuela siempre, con mucha seriedad, juega burlonamente con todos nosotros.
Lejos de sentirse invadido o molesto por la cámara, articulaba naturalmente, sin prejuicios ni impostaciones. Es más, me considera ‘el muchacho de la cámara, su servicio secreto’.
Con Aníbal volvía a encontrar una agradable invitación a reconsiderar mis criterios respecto al documental siempre tan vivo y mutante, a reconocer los límites y las transgresiones entre concepciones y forma. Sentir la vida misma atravesándolo todo, y el cine que no puede permanecer indiferente.
TANKE P.A.P.I. es el nombre que Aníbal le da a una de las figuras recurrentes en sus dibujos, y es el nombre de esta película que ha encontrado un personaje extraordinario, para contar una historia humilde y apasionante, interminable.                        
                                                                                              R.P  
                                                                   

Curriculum Breve del Director
RUBEN PLATANEO

Director, productor, guionista, cameraman.
Estudió Cine y fotografia en la ciudad de Santa Fe donde nació, escribe análisis cinematográfico, dictó Talleres de lenguaje del cine, programa Ciclos y Muestras, fundó y coordina Calanda Producciones. Reside y produce desde Rosario. Argentina.

Premios-concursos-Becas: Primer Premio Concurso Audiovisual Provincia Santa Fe, Primer Premio Concurso Raymundo Gleyzer, Beca de la Fundación Typa, Premio al Mejor guión iberoamericano del Festival de Almunia, Zaragoza, Primer Premio concurso Audiovisual Rosario en 2003 y 2007,  Premio Jurado FLVR La extinción de la especie; Primer Premio Beca Audiovisual del Ministerio de Cultura de Santa Fe 2007; Mejor Película DDHH y Mejor Fotografía (Muertes Indebidas), Premio IFHP Oslo por Waterfront;
Mejor Documental FLVR por Dante en la Casa Grande; Seleccionado e invitado a participar en diversos concursos: Clínica de Producción de Nuevos Talentos del Festival Internacional de Mar del Plata, Forum del Doc Bs.As, Festival Dok.Fest de Munich, Alemania, Workshop: Memories of violence, Concurso de Proyectos del Festival de Biarritz, Francia, Encuentros de Coproducción Mannheim Meetings, Alemania, Encuentros de CoProducción del Festival de Guadalajara, México, Taller de Proyectos Cinematográficos Fund TyPA, Argentina, Laboratorio de Proyectos (BAL) del Festival BAFICI, Argentina; Premios Concursos Héroes Bicentenario y Soporte Digital INCAA, Beca Residencia Artística Secretaría de Cultura de la Nación y Conaculta de México; Premio a Desarrollo de Proyecto Hubert Bals Fund.
                                                                      
Filmografía como Director y guionista: Historieta (7’); El Cuchi (10 ‘); Post (12’); Daniela (doc 50’); Viernes (15’); La extinción de la especie (exp. 10’); La sociedad de los artistas (doc 20’); Quemado, Cabaret, Bandoneón (videoclips); Waterfront (4’); Muertes Indebidas (doc 97’); Shapes (doc 90 seg.); Dante en la casa grande (doc 50’), Tanke PAPI (doc. 70’); El gran río (doc en postprod.); Isla de Fuegos (doc tv en postproducción); Yo me llamo…(1er.largo ficción en desarrollo).



BALZAC                                                                              
Extractos de su     TEORIA DEL ANDAR          entre la locura y la ciencia

Un hombre se volvió loco por haber reflexionado demasiado profundamente sobre el acto de abrir o cerrar la puerta. Se puso a comparar la conclusión de las discusiones humanas a este movimiento que, en los dos casos, es absolutamente el mismo, aunque con resultados tan distintos. Al lado de su celda, había otro loco que intentaba adivinar si el huevo había precedido a la gallina, o si la gallina había precedido al huevo. Los dos hablaban, el uno de su puerta, el otro de su gallina, para interrogar sin éxito a dios.

Un loco es un hombre que ve un abismo y cae en él. El sabio lo oye caer, se sitúa, mide la distancia, hace una escalera, baja, vuelve a subir, y se restriega las manos, tras decir al universo: “este abismo tiene 1802 pies de profundidad, la temperatura en el fondo es dos grados superior a la de nuestra atmósfera”. Luego, vuelve a su hogar. El loco permanece en su celda. Mueren los dos. Sólo dios sabe quién de los dos, el loco o el sabio, ha estado más cerca de la verdad. (…)
No hay uno sólo de nuestros movimientos, ni una sola de nuestras acciones que no sea un abismo en el que el hombre más sensato no pueda perder la razón y no pueda brindar al sabio la ocasión de situarse e intentar medir el infinito. Hay infinito en el menor gramen.

Aquí, estaré siempre entre el lugar en el que se sitúa el sabio y el vértigo del loco. Debo avisar con toda lealtad al que quiera decirme: hace falta ser intrépido para permanecer entre estas dos asíntotas. Esta Teoría sólo podía ser formulada por un hombre lo bastante atrevido como para rozar la locura sin temor y la ciencia sin miedo.

[…] aquellos que saben que la tierra está acribillada de abismos, habitada por locos y medida por sabios, me perdonarán la aparente necedad de mis observaciones.
Hablo para la gente acostumbrada a encontrar sabiduría en la hoja que cae, gigantescos problemas en el humo que se eleva, teorías en las vibraciones de la luz, pensamiento en los mármoles y el más horrible de los movimientos en la inmovilidad. Me sitúo en el lugar preciso en el que la ciencia roza la locura y no puedo ponerme barreras. Seguidme, pues.